UN MODELO LOGÍSTICO AMBIENTAL (VERDE) Y REVERSA EN LOS OPERADORES LOGÍSTICOS EN LATINOAMERICA

La aplicación de políticas y estándares de LOGÍSTICA INVERSA Y LOGÍSTICA VERDE prácticamente en Latinoamérica no existe o no está definida no normada, a diferencia de otras latitudes como EE.UU o Europa e incluso Asia, el desarrollo en ésta materia en Latinoamérica se da básicamente porque compañías multinacionales que tienen origen en alguno de los países desarrollados implementan de acuerdo a lo que han definido o llevado a cabo en sus respectivos países de origen.

 

Adicionalmente a ello debemos concluir que no existe una cultura ambiental en los países del tercer mundo, lo cual hace más complicado la implementación o el desarrollo de este aspecto desde el punto de vista de la aplicación; y si a este aspecto le sumamos la escasa normativa legal en los países de Latinoamérica en la cual apenas alcanzamos a ver algunos ejemplos que giran pero sobre casos específicos todavía muy elementales y diseminados; los gobiernos siguen desarrollando acercamientos y se habla más de lo que finalmente se aplica o se norma al respecto.

En el estudio se desprende por ejemplo que entre el 30 y el 35% de las empresas encuestadas no tienen ni siquiera identificados procesos de LOGÍSTICA INVERSA; por otro lado las que si presentan procesos identificados ninguna los genera en la totalidad de los procesos de un centro de distribución o almacenamiento; es decir solo presentan identificados procesos de LOGÍSTICA INVERSA o LOGÍSTICA VERDE parcialmente; y en la encuesta identificamos 7 procesos que identificamos como: Recibo, Almacenamiento, Picking, Packing, Despacho, Entregas y Devoluciones.

Mirando en detenimiento estos procesos solo el 15% identifica más de 4 y menos de 7; el 15% presenta al menos 3 identificados y el 30% solo 1. Por lo tanto lo que podemos concluir es que no hay una cultura empresarial en torno a la necesidad de unificar los criterios de concentrar un proceso INTEGRAL que abarque cada uno de las actividades que realiza una empresa de esta naturaleza.

El estudio también muestra una división de opiniones entre la perspectiva del cliente y la del proveedor de servicios logísticos, en el sentido de que el primero anota con mayor causa de devoluciones por productos defectuosos en una participación del 66,7% y el segundo identifica como mayor causa de devoluciones el final del ciclo de vida con una participación del 40%; es claro que no hay un consenso en el manejo de las devoluciones y es uno de los factores principales a trabajar y unificar.

Podemos también definir de acuerdo a los resultados de las encuestas que las devoluciones no marcan una participación mayor al 2%, lo cual es de alguna manera buen signo de que en el campo de la manipulación y movimiento de los productos se ha avanzado para garantizar al cliente un adecuado concepto de la custodia de su mercancía y en el cual solo un 20% de los encuestados manifiesta tener índices de devolución por mal manejo.

En relación a las razones que llevaron a las empresas a implementar políticas de LOGÍSTICA INVERSA Y VERDE, el 30% no las ha realizado por ningún motivo; y solo el 10% por razones legales, lo cual demuestra el bajo nivel de exigencia y normatividad legal en materia de manejo de ambiental con relación a segmentos de este tipo. Básicamente podemos indicar también que en materia de procesos de recuperación de productos ya sea por daño, manipulación, transporte, etc es relativamente inexistente y en el cual solo entre el 15 y el 30% aplican procesos de recuperación, lo preocupante es que el 50% ni siquiera informa, lo cual nos dice que no aplican o no se inclinan por ésta tendencia.

Respecto a los costos de las devoluciones o retornos, las empresas encuestadas indican que el 50% tiene unas devoluciones por encima del 2%; y el 33% no informa o no presenta datos, este punto es preocupante teniendo en cuenta que las actividades de mejoramiento continuo deben apuntar precisamente a disminuir éstos índices ya que de alguna manera generan malestar a los clientes contratantes del servicio, si a ello le sumamos el hecho de que no hacen procesos de recuperación como anotábamos anteriormente, el tema se vuelve más crítico aún.

Dentro del análisis se puede establecer igualmente que no hay un consenso en lo que se refiere a los espacios que debe destinarse para llevar a cabo las actividades de retorno recuperaciones o devoluciones; lo cual nos indica que no hay un interés por definir áreas basados en estándares mundiales, sino que obedecen básicamente a espacios que se generan de acuerdo a la necesidad; y al revisar los resultados de la encuesta encontramos que el 67% establecen un área de entre el 5 y el 10% del espacio en almacén.

Algo preocupante en el estudio es que se observa que el 100% de los encuestados no utiliza estiba plástica o reciclada; el uso de estibas en términos generales es la de madera con una participación del 66,7%; igualmente se puede deducir que la estiba de madera utilizada es la común y ésta es producto de la rotación entre los despachos que realizan los clientes y sus procesos de distribución; no parece existir una política clara de copra, utilización, reposición o cambio de tipo de estiba a una reciclable o de plástico y por ello los costos en algunas ocasiones pueden ser altos solo para suplir los requerimientos o necesidades de las estibas en los procesos.

En cuanto al uso de equipos de desplazamiento y de distribución, básicamente encontramos un alto porcentaje de utilización de equipos a DIESSEL y a GAS PROPANO, ambos con un alto grado de contaminación o de exposición para el personal de apoyo en bodegas; un porcentaje menor del 37% utiliza equipos eléctricos.

Finalmente la percepción en cuanto a los beneficios de adoptar políticas alrededor de procesos ambientales en los OPL, es que el 50% detecta una reducción de costos; un 33% no informa o no detecta esos beneficios, lo que nos indica claramente que en términos generales no hay métricas identificadas para establecer los beneficios de la implementación de estos procesos. Finalmente, se recomienda a todas las empresas de logística y operadores logísticos en la región implementar las mejores prácticas en la gestión verde e inversa y tomar en cuenta el modelo sugerido de operación verde e inversa en sus operaciones cotidianas interna y externas con el fin de obtener una certificación que les permita generar más ventajas competitivas en su sector y convertir a sus organizaciones más sostenibles a corto, medio y largo plazo con el fin de adaptarse a las exigencias ambientales mundiales y de conservación y protección de los recursos naturales y así de esta manera poder contribuir y aportar a la sustentabilidad del entorno ecológico con responsabilidad social.

Fuente: revistalogistec.com

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